Hacer la reforma de tu casa te da ansiedad por la sensación de pérdida de control.
Tienes que confiar en demasiada gente que no conoces de nada.
Y rezar para haber acertado.
A lo largo de nuestra vida haremos una reforma o dos como mucho.
Además los has oido mil veces,
"Hacer una reforma es peor que un parto."
"Dicen que acaba en dos meses… pero no dicen de qué año."
"Al principio era emocionante… ahora es una pesadilla con presupuesto."
Te cuento algo,
Cada vez que iba de visita de obra con Mercedes, una clienta, ella estaba con ansiedad.
Su obra iba de lujo, plazos bien, presupuesto bien y estaba quedando bien, sin imprevistos.
Yo le decía, no te preocupes va todo perfecto.
Todo saldrá bien.
Pero ella seguía con el nudo en el pecho.
Tardé tiempo en darme cuenta que ella no veía lo que yo.
Yo veía progreso.
Ella veía su casa destrozada..
Habíamos demolido todos los tabiques, levantado el suelo, había tubos eléctricos y fontanería colgando por el techo.
Lo que le daba ansiedad no era el caos real, era el desconocimiento del proceso.
No sabía si eso era normal, ni cuál era el siguiente paso.
Lo único que podía hacer era confiar en mi palabra.
"Todo va bien Mercedes"
Mira,
Soy Eduardo Cayulela, este:

Cada día escribo un email con una reflexión que te ayudará a tomar decisiones si lo que estás pensando es en reformar tu casa.
Ya sea consideraciones a la hora de contratar a una constructora o a un equipo.
Tendencias de estilo y diseño.
Cosas que no haría en la vida o cosas que haría si o si.
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